El cuerpo es sabio, la mente no. Contundente afirmación, verdad? pero en algunas ocasiones, el cuerpo nos avisa de cosas, pero nosotros intentamos no entenderle, y lo que es peor, ni siquiera escucharlo. El cuerpo de una le da toques, llamaditas, avisos, algún "eh! me escuchas?!" mas una haciendose la sorda, como que no va conmigo.
Ojos pesados, rojos, cuesta concentrarlos, pero nada, seguimos en el ordenador. Piernas que pesan, espalda que se retuerce, dedos torpes, cuello rígido, pero nada, seguimos en la cocina, en el ordenador, en donde sea, menos atendiendo a estas señales.
Y un dia, sin saber porqué, zas! una contractura, una pupita en el labio, mal humor acomulado, piel apagada, granitos inoportunos! Maldita sea! asi no se puede! por qué tengo fiebre hoy precisamente que tengo el concierto del conjunto No te Pares?! pues por eso querida, porque el cuerpo es un engranaje perfecto, pero hay que cuidarlo.
Desconecta la mente, pero no en el botón de pausa, no, si no en el de STOP. Olvida las obligaciones y todo lo que dices que quieres hacer. Cierra los ojos, siente tu cuerpo por dentro y por fuera. Al principio cuesta, cuesta mucho, y más si hace tiempo que cerraste tus orejitas a tanto mensaje. Pero poco a poco, la cera se va fundiendo, los mensajes de murmullos pasan a ser claritos sonidos, que no palabras.... tu corazón bombea sangre, tu respiración acaricia tu labio superior, tus dedos caen, tu espalda se vuelve blandita, tu cuello aguanta gustoso una cabeza que se deja llevar... tu estómago participa en el arte de respirar;¡tus pies existen! siente, escucha tu cuerpo. Es una música celestial que solo tú puedes oir. Yo voy a intentar hacerlo más a menudo... seguro que tiene muchas cosas que contarme.
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