miércoles, 13 de mayo de 2020

DEJAME SER PRINCESA POR UN DIA

Cuando eres pequeña te llaman princesa... Nunca entendí muy bien porqué, pues vestidos de princesa en mi caso no he tenido muchos.... Nos haciamos unos mi hermana y yo con las sábanas de mis padres. Tal vez por eso, me gradué como diseñadora de moda años más tarde... No sé.
Ser princesa, de las de cuento de hadas (no de las de tipo Leonor o Sofia, o no de las de verdad de la Edad Media que no eran dueñas de su destino) ser princesa de cuento debe molar mucho.

Yo no he sido nunca princesa. Al menos, la vida no me ha dado palacios ni momentos de princesa.
bosquedefantasias.com
Luchar, luchar y luchar siempre.Y poco me he quejado, la verdad. Tengo un lado positivo, siempre positivo, porque amo tanto la vida que no quiero que ella misma me la estropee. A veces jode tener ese lado tan activo, porque no te deja soltar una llorera de horas, o dejarte caer en el sillón y ponerte hasta el culo de vino y comida... Eso deberia trabajarlo más. En fin.
Pero hay dias que cuando muchas cosas son de color feo, pero que muy feo, me gustaría ser princesa. De las de las hadas. Y es curioso porque lo pienso ahora que soy mayor, ahora que ya no llevo calcetines hasta las rodillas con falda de vuelo.Ahora, que mi falda es de tubo o de vuelo larga, según el momento, quiero, sólo un poquitín, un ratico, un suspirillo, ser princesa.

Deseo con fuerza que lo que me envuelva sea lindo, que las noticias sean buenas, que tenga suficiente plata como dice mi buena amiga venezolana (siempre me encantó esa expresión, ella dice platica a veces...) para ser una persona egoista y capitalista y darme todos, pero todos los caprichos que me apetezcan. Que me cuiden y no cuidar. Solo por un dia, solo en mi cuento de hadas. 

Pero de verdad eh? Un dia te levantas, y anda! un desayuno con zumo de naranja natural, frutas tropicales, tostadas con mermelada ácida de fresa, un riquisimo café con leche de soja, y unas flores recien cortadas... Tópico, típico de las pelis. Pues yo lo quiero en mi dia de princesa de hadas.
Después una ducha sin prisa, horas bajo el agua sin pensar en lo siguiente a hacer y que al salir nunca haga frio, y que venga alguien a ponerte la cremita al cuerpo. No penseis en juegos sexuales, no! que estoy hablando de ser princesa de hadas!!!!! una persona de manos suaves, que me masajee, con una crema super mega cara, la más cara, la más buena, la más.... Que me cuiden y no cuidar. Solo por un dia, solo en mi cuento de hadas. 

Después salir a mirar mi armario, encontrar ropa cómoda pero que no parezca de yonqui poligonera e irme al gym. Una sesión que me divierta pero que no me agote, que para eso soy princesa, y después de una ducha rápidita, un spa y un masaje en toda regla..... Todo huele lindo, a paz, a princesa de hadas. Que me cuiden y no cuidar. Solo por un dia, solo en mi cuento de hadas. 

Paseo por una Barcelona soleada, linda, limpia,  tomándo un vino blanco en una terraza cara, muy cara, de princesa, de esas que los camareros llevan delantales como faldas, y unas almendritas.... ni una amarga entre tantas. Yo solita, con un libro o mejor, con unas gafas que me permitan observar el ambiente. Que me cuiden y no cuidar. Solo por un dia, solo en mi cuento de hadas. 

Después ir a comprarme ropa de princesa de hadas, y zapatos, y bolso y.... sí, amigos, mente capitalista pero es que soy princesa, recordais? Derechita a maquillaje, quiero que me pongan pestañas postizas, que yo no sé, que me peinen lindo y porqué no, una flor discreta en el pelo de princesa. Quiero unos labios sugerentes, que parezcan grandes, de princesa de hadas...
Quiero almorzar con amigas, reirme de los hombres, del trabajo, de la vida, tomar unas copas después del almuerzo, volver a reirme, sentirme tranquila con el reloj. Que me cuiden y no cuidar. Solo por un dia, solo en mi cuento de hadas. 

Y que cuando llegue a casa, mis hijos tengan planes (mala madre eh? es que soy princesa de hadas recuerdas?) y mi marido lindo, perfumado, tan guapo como siempre sea muy galante, me mire con deseo pero sin decirlo, huela rico (eso tambien lo decimos mi venezolana y yo) huela muy rico, y me sorprenda, no me pregunte qué hacemos y me lleve a cenar delante del mar, en un sitio caro, carisimo, lindo, lindiiiiiiiiisimo, con velas, gente guapa pero nosotros más, bossanova, vino, mucho vino que me encanta, y después quitarme los zapatos carísimos y bailar con él en la playa... para acabar haciendo el amor con él en el hotel más caro, lindo, rebonito de Barcelona... de princesa de hadas vamos. Que me cuiden y no cuidar. Solo por un dia, solo en mi cuento de hadas. 

Parecerá de niña tonta, pero es que a veces el despertador, las prisas, el planchar, limpiar, la cuenta temblando del banco, las incertezas de trabajos de gente querida, y sobretodo la PUTA salud de la gente que quiero, me da en el pecho, me golpea, me noquea, me deja sin aliento y me entran tantas ganas de llorar que sólo puedo gritar a pleno pulmón: ¿NO PUEDO YO SER PRINCESA POR UN DIA? Pero me arremango y pienso, ya llegará linda, ya llegará.
Todo eso quiero yo en un dia, seguro que me dejo cosas, da igual. Otro dia me pido reina...

martes, 31 de marzo de 2020

ESCONDETE DEL COVID-19...CONMIGO.

Estoy aqui, entre bambalinas.... Pensando en editar un libro con mis post y por ello no deberia escribir más en abierto... pero hay momentos que el alma puede a la razón y dice, oye que ahora es mi turno.

Son días extraños, días que nos cogen a contrapié, días como aquellas clases de zumba donde sientes que todos van a la derecha y tú a duras penas aguantas el equilibrio... Días en los que la mente es poderosa, o nos ayuda o nos destruye.


Yo he decidido que van a ser dias de provecho emocional. No quiero caer, no quiero ser negativa, no quiero tampoco ser insensible con lo que nos rodea, pero poco puedo hacer más de lo que estoy haciendo: permanecer en casa. Escondida cual presa fácil de este virus llamado COVID-19. 


Esa sensación de cuando de pequeños jugabamos al escondite y cuando te sentias segura, de repente oías unos pasos, una respiración fuerte, movimientos que presentías porque no veías, y tu corazón se aceleraba por el miedo a ser presa fácil. Así nos sentimos. Por eso nos cerramos a cal y canto, deseando que el virus pase de largo por nuestra puerta, no llame, no nos vea a través de las ventanas... ¡pssssss calla, calla que si te oye entra!

Lucha de todos y para todos. No voy a extenderme en agradecer el trabajo infinito y valiente de tanta y tanta gente que lo está dando todo en hospitales, centros de investigación, supermercados, camiones, estaciones de servicio, recogida de basuras, cuidadores, etc.... Para ellos no sólo un aplauso puntual, sino todo mi apoyo incondicional y moral. 
Pero también para todos aquellos que luchan con sus mentes, con sus miedos, que disimulan delante de los suyos, que sufre (como nosotros) si podrán asumir todas las facturas.... en fin, a todos nosotros. Porque cada uno de nosotros tiene su lucha propia.
Lo que sí hemos aprendido es que no somos lobos solitarios. Nos encanta decir que necesitamos espacio, que la gente, esa gente en la cual no nos incluímos nunca al hablar, no saben estar solos.... Maldita prepotencia humana. Somos especie grupal. Somos especie de compartir, vivir juntos, y nos necesitamos. Eso no deberíamos olvidarlo.
Y también somos vulnerables. Física y emocionalmente. Y mortales. Eso tampoco deberíamos olvidarlo. Sea por este bichito llamado covid-19 sea por cualquier otra causa, no estaremos aqui siempre. ¿De qué sirve vivir siempre planeando sin disfrutar el momento presente?

Yo me siento fuerte mentalmente. No cada minuto, pero si la mayoria de ellos. Espero desde el riconcito más intimo de mi alma, que si lo necesitas me escribas y te doy un poquito de mi reserva de fortaleza. 

SE ACABÓ!

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