Siempre me acuerdo de ella, de mi amor por conocerla mejor, de las ganas que tenia que fuese mi único ojo, de que me diese de comer y me sacase al exterior cambiando de vida y de rutinas.
Siempre recuerdo la primera que cayó en mis manos, regalo de un amor acabado y de sus miserias encontradas... siempre recuerdo el esfuerzo en mejorar de la siguiente, de búsquedas de complementos que facilitasen su tarea, de incomprensión a veces delante de los resultados. Siempre recuerdo, o muy amenudo, las horas que estuve a oscuras, esa luz roja y ese olor químico en mis manos. Ese ir y venir a la calle Pelayo buscando más, intentando no parecer novata para que no me tomasen el pelo.
Siempre recuerdo la necesidad de algo más, de algo que impactase mi cerebro, mi dedo y ese espacio tan pequeño que te deja la luz. Y también recuerdo la fustración de David contra Goliath. Esa lucha por un mercado monopolizado por el dinero y no por la creatividad. Sólo algunos resisten, personas aisladas que pueden prescindir de compromisos económicos mensuales... yo no pude, o no supe. Nunca tampoco sé si la traté como debia, si le hice el caso que merecía, si me rendí demasiado pronto, si es de cobardes no intentar seguir por lo que apostaste.
Pero la echo de menos. Cuando observo el trabajo de otros, cuando veo resultados en las paredes de bares o locales... cuando leo noticias sobre Visa pour l'image Perpignan 2009... me gustaría tanto poder visitarla... pero no puedo. No tengo tiempo. Se lo debo a otros de momento. A los pequeños trocitos de mi ser. Aun no puedo. Todo llegará.
Volveré a tocarla. A sentirla, de eso estoy segura. Añoro notar ese "click" en mi dedo, ese minimo espacio de entrada de luz.... porque sigo pensando en ella.
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