Soy una persona un tanto inconformista, lo reconozco, pero me educaron, en cierta manera, para seguir las normas. Normas bien creadas, eso sí, que mi padre, desde su inteligente reflexión de la vida, que no digo culta porque el pobre se pasó la infancia trabajando, me enseño a cuestionar. Las normas, una vez las asimilas(porque las entiendes y porque reconoces que quien las creó se machacó los sesos pensando en los pros y contras) son para cumplirlas.
Me gusta que todo siga un cierto orden. Por ejemplo, en las escaleras yo voy siempre por mi derecha, y si alguien se me cruza bajando o subiendo por el sitio equivocado, me molesta enormemente. Cuando salgo de un lugar cerrado, me gusta que respeten la norma de dejar salir antes de entrar, porque encuentro que tiene su lógica: si entramos todos y no sale nadie, aquello será como el camarote de los hermanos Marx....
Pero las normas porqué si, porque lo digo yo y punto, porque no me contradigas que no tengo argumentos para sostenerla.... esas no las soporto. Me ponen de tal mal humor (por no decir mala leche...) que ya no atiendo al motivo de la reunión o acontecimiento.
Hoy he vuelto a sufrir una de esas situaciones. En una reunión laboral, un grupo de compañeros hacía una exposición de la situación de nuestra organización, pero alguien, desde el mando que le han dado, nos ha advertido: "no hagais ninguna pregunta sobre este tema porque no va a ser contestada"... No lo entiendo. Es como cuando el anterior presidente del Real Madrid presentó su dimisión ante la prensa sin admitir preguntas. O cuando tal o cual estrella de cine, baja de su podio para mezclarse con el populacho, con el fin de promocionar su última película para que todo el mundo deje su dinerito en taquilla y así pueda seguir vistiendo de Armani, pero eso sí, a mi no me preguntes sobre esto o aquello que me voy.... No lo entiendo. Sobre el arte de preguntar está el arte de no contestar o si me apuras, tener la suficiente inteligencia para contestar lo que te dé la gana sin que se note.... Se ha de ser muy tonto para esperar que alguien cumpla una norma así sin cuestionarse la capacidad intelectual de su ponente en el momento de dar una respuesta ......
No me da la gana. No me hagais participar en un teatrillo así. Si no quereis que pregunte, me mandais una cartita, sin remitente o con un apartado de correos y asi todos tranquilos. Que mi padre, desde su poca formación pero gran inteligencia, me enseñó que en esta vida, pensar y cuestionarse las cosas no es un derecho de unos pocos: nada tiene que ver con el dinero, si no con la libertad.
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