Te añoro, te echo de menos, me emociono cuando oigo tu risa ahora enlatada.... tus ojos chispeantes, y todo tu cuerpo acompañando a tus palabras. Esos sonidos guturales que salían de tu boca, tus tacos, tan bien puestos en el momento preciso, esas risas cómplices, esas medias verdades que no sabíamos nunca si eran medias verdades o medias mentiras....
Ese amar limpio, sin complejos, sin estereotipos, ese reírse de todo y de nada, esa parodia de la vida misma que nos cuesta tanto reconocer....
Te echo de menos. Veo tu cara y me vienen las lágrimas a los ojos. Puede resultar patético, porque nunca hablé contigo personalmente. Pero me identifiqué con tu pensamiento, con tu filosofia de vida.... Me alegrabas el corazón, el alma, la risa incontrolada salía por todos los poros de mi cuerpo. El olvidarme de todo, el dejarme llevar ,el reir sin medida.... Esa sensación de cansancio placentero después de una buena carcajada te la debo a ti. Yo no creo en el paraíso. Ni siquiera en la reencarnación. Y por eso, me apena pensar que tu cuerpo se pudre o vuela, pues te incineraron. Ya sólo nos queda tu recuerdo y metros y metros de cinta con registros de entrevistas interminables, con Ducados humeando en tus palabras, con esos ojos chispeantes mirando a tu interlocutor.... con ese amor por Africa en tu corazón.
Cuídate Pepe, y descansa tranquilo, aunque yo no te deje.... porque te eche de menos.
1 comentario:
Me gustaba mucho, sobretodo su risa contagiosa!! Era un cachondo, sin pelos en la lengua! Sincero!
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