SUPER MAMI EN NAVIDAD

Y vuelvo a referirme a las fiestas navideñas. Y es que todo se concentra en 20 días. Todo. Y por supuesto, las que tenemos hijos, ya ni os cuento. Nos convertimos en las super mamis de la Navidad. En los colegios deben pensar que estamos todo el día esperando las notitas que ponen en la bolsa del desayuno de nuestros hijos para cumplir con las órdenes dadas (y digo órdenes porque no se te vaya a ocurrir pasar de cumplirlas, que tu hijo poco más que llevará unas luces de neón durante el resto del año sobre su cabeza diciendo : yo soy el hijo de aquella mala madre...)Es tan estresante!

Desde hace una semana o tal vez un poco más mi correo electrónico y las bolsitas del desayuno de los peques trabajan más que el servidor del Hotmail. Que si ahora me traeis 325 rollos de papel higiénico, pero sólo el cartucho (no imagino cuántas veces piensan que utilizamos el inodoro....) que si un pote de cristal de murano con la tapa de acero labrado y olor a frutas del bosque (vamos facilito, como el que traen las alubias del super) que si hilos de colores, entrelazados con besos de neptuno y abrazos de la sirenita (por eso de que vivimos cerca del mar deben pensar que tenemos contacto hasta con las medusas...) En fin, un sin fin de materiales y colaboraciones dificiles de cumplir pero pobre de ti que no lo hagas.

Claro, siempre existe la pluscuamperfecta que tiene más tiempo libre que el Papa y cumple antes de la fecha. Yo cumplo, todo hay que decirlo, pero me estreso. Me estreso mucho. Hoy, por ejemplo, tengo preparada una bolsa de comida para la parroquia y otra de juguetes para la Cruz Roja que recoge el AMPA del cole (espero no haberme confundido y se encuentre un pequeñín unos garbanzos como regalo y una pobre señora se pregunte cómo cocinar un Bob Esponja...)

También he tenido que buscar jerseis blancos y pantalones oscuros para el concierto del viernes, eso sí me avisaron a través de las queridas notitas el martes por la tarde. Ya me veis, buscando, ideando porque no tengo tiempo en dos días de ir al centro comercial y comprar nada, lavando y secando para que el viernes mis hijos no destaquen entre tanta blancura con un jersey rojo y un reno enganchado en la panchota....

Por supuesto, se espera mi presencia en dicho concierto a las 16.30h de la tarde. Deben pensar que este pais se mantiene de las horas que asistimos a sus actos, porque si fuera por ellos no estaríamos trabajando ni un minuto (si fuera por mi tampoco, pero no creo que mis jefes piensen lo mismo...). Pero la guinda ha venido cuando recibo un correo y la notita para ver si puedo ir una hora antes a decorar el escenario y la sala dónde el evento tendrà lugar...

Por supuesto, el último dia de cole salen una hora antes. Y por si fuera poco, como a tus hijos se les ocurra tener alguna actividad extraescolar como a mi hija que asiste a clases de música dos veces por semana, amplia tu agenda porque te cae la asistencia a cualquier acto relacionado.

Me encanta ver a mis hijos en acción. Me encantará ver a mis pequeños cantar y sonreir sobre el escenario. El problema es que con tanto estrés por prepararlo todo , cumplir con tanta nota, y llegar a tiempo a tanto acto, mi apariencia física dejará mucho que desear: al medio dia tengo una comida de empresa, toda puesta, mis tacones y mi pintura impoluta, y después debo transformarme en una forofa del Merry Christmas and a japi niu llear y dejarme la piel y los mocos de la emoción aplaudiendo con una coleta ya torcida, hecha a las 6.30 de la mañana y el rimel por debajo de la nariz, sobre el labio superior que ni Xarlot tenia un bigotito tan perfecto.

Esto de ser mujer en Navidad es todo un reto. Para otro dia el post de preparar la comida navideña....