Realmente, los humanos somos asesinos... todos o casi todos. Me escandalizo cuando matamos sin más, pero en una escala más reducida, entiendase como Nanotecnologia (je,je) yo soy una asesina. Y mis hijos también.
Hoy me di cuenta de ello. Bueno, hace tiempo, pero es que ahora ya no puedo callarlo más...ME GUSTA MATAR. Buf, confesé, me quedé tranquila.
Soy una chica buena, o al menos lo intento. Intento que las cosas sean las correctas, cumplo las normas aunque no me gusten, cuando veo a un policia todavía siento cierto temor, soy muy cívica (nunca, pero nunca, tiro un papel al suelo, ni tan siquiera el plastiquito donde van envueltas las cañas de los zumos de brick....) pero he de reconocerlo, me gusta matar.
Cuando pasan delante de mi, una y otra vez, algunos incluso se atreven a acercarse a mi rostro como desafiando mi paciencia,... no puedo contenerme. Hasta que no los mato no paro. Si reflexiono sé que nunca me lastimarán, que tal vez esa arrogancia voladora no es más que el fruto de su propia insensatez... pero en esos momentos, no reflexiono. Me posee el instinto asesino que seguramente tuve en otra encarnación, en otra vida más prehistórica, cuando debíamos sobrevivir en lugar de vivir. Pierdo la visión de lo que estaba haciendo, me distraigo, ni las voces de los que me quieren me detienen, mi cara se transforma y mis manos se vuelven rápidas en busca del objetivo.Y si consigo alcanzarlo me creo superwoman pero sin las bragas encima de los pantalones, que no llego a tanto...
Esos mosquitos de la fruta me tienen loca. Que no se les ocurra pasearse delante mío o... o... o...
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