Las formas son importantes. Y si no que se lo digan a Mourinho...(lo siento, soy culé, no podía dejar de referirme al match de ayer, fue histórico....) En estos tiempos que corren, que más bien vuelan, de SMS a todas horas en lenguajes abreviados y a veces ilegibles, de e-mails directos o de reenvios masivos, de los twitteros de máximo 140 caracteres, de post de no más de una página para que todo el mundo tenga tiempo de leerlos, de titulares más que de desarrollo de noticias.... en estos tiempos de prisas estamos perdiendo las formas. Mis padres me enseñaron siempre a ser educada y respetuosa. Sólo cuando me enfado mucho se me olvida, y aún así no encuentro justificación alguna para ello. La agresividad gratuita o la falta de empatia es el mal común del siglo XXI. El ser individual se impone al ser colectivo. Y no digo yo que en algunos aspectos esté siempre mal, pero, ¿Cuántas veces nos ponemos en la piel del otro? pocas, muy pocas, y yo la primera.
Estos días, en mi trabajo, asisto perpleja e incómoda a un cruce de e-mails entre dos personas, una con alto cargo y mujer y otra con un trabajo administrativo de inferior responsabilidad y hombre. Lo del sexo lo remarco para que no caigamos en la tentación de generalizar y decir que los hombres tienen demasiada testosterona suelta... En este caso no se si son estrógenos o qué(precisamente se deba a la falta de los mismos....) pero el abuso de poder y de berborrea me tiene perpleja. No voy a entrar si tiene o no razón, pero esta costumbre que se está extendiendo en la mayoría de oficinas de intercambiar e-mails sin saludo, sin despedida, sin frase de cortesia y sobretodo de poner en copia a todo Cristo, a mi no me gusta. No me gusta que me pongan en copia de algun correo sólo para demostrar quien la tiene más grande y que yo sea testigo de semejante proeza. El e-mail, como ya dije en varias ocasiones, es un gran invento. Pero un arma de doble filo.La gente que lo escribe se envalentona por tener delante un simple monitor y no unos ojos a los que enfrentarse, y el que lo recibe, está ya predispuesto a leer malintencionadamente entre líneas. Y si encima se ponen de vuelta y media y te ponen en copia (si es oculta aun, pero abierta... puf) tu cara de vergüenza ajena asoma sin demora. No me gusta. No me gusta que la gente aproveche el teclado para volcar sus fustraciones y envalentonarse. Me recuerda a los conductores agresivos. Yo no me imagino caminando por la calle y que se cruce alguien de repente en mi camino y gritarle a todo pulmón:"eh tu imbecil, estás ciego o qué? es que no me has visto cara idiota! a ver donde te enseñaron a andar!" La verdad no me lo imagino, sin embargo estoy harta de ver esta situación en el camino de vuelta a casa cuando voy por la carretera.
Realmente no nos preocupamos por las formas. Es una lástima. Las formas no van unidas a la gran cultura o poder adquisitivo. Las formas van unidas a la educación. Y de eso mis padres sabían mucho. Yo espero ser capaz de enseñarles estos valores a mis hijos, y a intentar, porque yo también las pierdo a veces, a que no se me olvide tratar como me gustaría que me tratasen...
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