LA CAGUÉ

La cagué y hasta la cintura. La cagué de nuevo. Lo peor es que hace más de 12 años como mínimo la cagué en una situación similar y me prometí a mi misma tener la boquita cerrada... pero la volví a cagar. Dicen que el hombre (y la mujer perdonen Uds. los de la Real Academia Machista...) es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.. pues no sé yo si el único, pero que pasa os lo aseguro. Ayer volví a cumplir con la frasecita dichosa. Y sin reflexionar nada de nada.

Yo, en contra de lo que pueda parecer, el primer contacto con personas que no conozco me violenta. Soy tímida aunque siempre intento vencerlo. Mi gran amiga Sofia tiene un don: no conoce, entra en un sitio, lanza cuatro bromas, a veces fuertes, realmente fuertes para estos catalanitos que somos nosotros (ella es venezolana) y ya provoca mil sonrisas. A partir de ese momento Sofia es popular. Y se lo gana, es realmente una persona extrovertida y simpática. Yo no. Soy tímida. Cuando ya conozco soy bastante payasa, pero sin conocer mucho no.

Llevo dos meses en mi nuevo trabajo. Estoy muy contenta. Tengo un despachito pequeño pero muy lindo en un módulo donde hay una zona diáfana de despacho. En esta zona trabajan los investigadores. Ordenadores llenos de principios físicos y químicos. La mayoría de ellos son extrangeros. Pues bien, hacía días que la observaba. A una doctora. No tiene una cara especialmente simpática pero pensé que con el embarazo podríamos entablar alguna conversación. No es que yo lo buscara, no, que tengo tanto trabajo que ni tiempo de ir al baño. Pero en fin, el ser humano necesita relacionarse. No quiero decir que no lo haga ya, en absoluto, hay compañeros con los que cruzo más de una frase.. pero con ella lo justo. Ayer estaba en la zona de office que tenemos para calentar nuestra comida. Estaba observando su barriga junto con mis compañeras con las que siempre voy a almorzar. Ellas también la observaban. Era realmente una imagen tierna. Pensé es mi momento, y lanzé:

-hasta ahora no me había atrevido, pero ahora ya veo que estás embarazada!

Me miró fijamente y tocandose su linda y prominente barriguita me soltó:

- no, no estoy embarazada. Es barriga. Ya tengo dos hijos y con eso es suficiente.

Nada que añadir. Me volvió a pasar. La cagué y bien cagada. No está preñada, simplemente está gorda. Muy gorda de barriga. Además usa blusones pre-mamá (seguro que lo hace para que gente como yo se sienta faltal cuando intente felicitarla...).

¿Por qué no me estaré calladita más a menudo? Después del incidente no podía respirar, no podía tragar, me sentía cual invitada del Salvame de Luxe, no quería salir del despacho.... Después hablé con un par de hombres (siempre mucho más prácticos que nosotras en estos aspectos) y llegué a la conclusión de que sí ,había metido la pata hasta la ingle, que soy una bocazas, pero mi compañera necesita un buen curso de abdominales. Nena, la gorda eres tu! buf... que cagada.