Es curiosa la mente humana.... siempre piensas que conoces a alguien, pero nunca es cierto del todo.Nunca hasta que dominas sus manias personales. Nadie se libra de ellas... Parece como si el ser humano viniese con una serie de taras, diferentes para cada modelo de persona, imposibles de superar. Yo tengo las mías, por supuesto. Pero normalmente no las hago públicas. Reconozco que soy bastante tonta en ese sentido, y por no contrariar o que piensen que soy una egoista, me callo. Por ejemplo: los líquidos, entiendase bebidas, para mi es muy importante depositarlos en cada copa según del brebaje del que se trate.... es decir: odio el cava y cualquier bebida gaseosa en vaso de plástico, es superior a mi. Creo, en mi opinión, que se desbravan. Me encanta la coca-cola (light por eso de que ya pasé de los 30 y las calorias aman mi culo...) pero si me la sirven en vaso de plástico, ni la pruebo. Eso sí, si estoy en una fiesta que organiza un amigo con mucho cariño , para no contrariar, me la trago, como el niño que sin rechistar abre la boca ante una cucharada de jarabe. Es ahí donde escondo mis manias....
Cuando conozco a alguien por primera vez y visita mi casa , si ya desde el primer momento deja al aire sus manías, me produce cierto repelús: no ,yo no como patatas que no sean Lays de Matutano... no, el jamón si no es ibérico! no, la musica clásica es de snobs, a ti te gusta? Pues me gustaría quitarme los zapatos si no te importa... No me pongas carne, que me da dolor de muelas....
En fin, cosas normales, supongo, pero a mi me ponen los pelos de punta. Yo creo en la gentileza, el no ofender, el ser complaciente... así lo son mis padres. Tal vez equivocados, gente entrañable pero muy humilde que nunca se quejarían en público por no ofender. Yo si me tengo que quejar, pues me quejo, pero si se trata de asistir a una fiesta o visitar a un amigo, pues me guardo mis miserias. No le ordeno los libros, ni le limpio la cocina (os juro que me pasó una vez....) ni le abro los cajones porque me encante cotillear y "no lo puedo evitar", ni revuelvo sus discos sin antes pedir permiso, ni me pongo a usar sus cremas hidratantes mientras se supone que hago pipi en su baño, ni me quito los zapatos en su salón sólo porque me duelen los juanetes....
Yo mis manias las guardo con llave, en mi casita, en mi mundo. Sólo los muy amigos tienen el honor de conocerlas. Que hace años que visito tu casa, pues entonces si, pero con cuidado. Abro tu nevera, siempre que tu me lo hayas dicho antes, me permito cogerte un libro si alguna vez me ofreciste el privilegio de hacerlo, me pongo cómoda si me lo pediste algun dia y si tu lo haces también....
Llámame antigua. Tal vez lo sea. Pero odio los "si no te importa" de la primera vez que visitan mi casa....
2 comentarios:
jajajaja, qué divertido Cris! y perdona, pero al fin y al cabo hay que tomarse algunas cosas a risa en esta vida. Aismismo, estoy de acuerdo contigo, aunque más que manías personales, a veces son manías maleducadas.
Yo también soy de esa clase de antiguas extrañables que por no ofender... saber estar! como nuestros padres.
(te mando un fuerte y sincero abrazo)
gracias por tu comentario, vane! Besos y abrazos para ti, guapa.
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