viernes, 8 de mayo de 2009

COMPARTIR LOS JUEGOS


Mañana es un sábado extraño.... estaré sola con mis peques, pues mi pareja debe trabajar. Así que como mami entregada que soy, estoy ya pensando en qué actividades puedo montar para mis retoños. Esto, la planificación familiar, forma parte del día a día de las mujeres/madres/trabajadoras/educadoras.... y es algo que nos preocupa bastante. A veces, encuentras casos entre madres, de auténtica competividad para ver quien se lo monta mejor y quien planea las actividades más ludicas y educativas para sus enanos. Yo no entro en este juego, de verdad. Me parezco más a mi madre, de esas que vigila más que juega, que está siempre para evitar el coscorrón y que mientras prepara la sopa de la cena, con el pequeño en la cadera, habla por teléfono con su madre y empieza a llenar la bañera para los niños al mismo tiempo.

No entiendo cómo pueden, esas madres ejemplares (lo digo con total admiración de verdad, y un cierto aire de envidia) tenerlo todo tan impoluto, preparadísimo y jugar, al mismo tiempo, al scrabble con el niño que está aprendiendo a leer y a soft construcciones con el pequeñín de la casa. Yo no llego. A duras penas puedo ir recogiendo las gotas (por no decir chorreones) que va dejando mi niño de petit suisse por el suelo, ahora que ha decidido que él comerá solo.... a duras penas, llego a lavarle el pelo a mi princesa, mientras ruego al cielo que no le entre ni una gotita de jabón en los ojos, porque si no me espera una tanda de gritos y consuelos interminable.... Me encantaría llegar a casa, tirarme en el suelo, y empezar a sacar juegos y compartirlos con ellos. Pero no puedo. Mi sueldo no me lo permite. Al final, lo que realmente decide, es el salario mensual que tenemos.....

De todas maneras, siempre me consuela pensar que tuve una infancia feliz. Jugaba con mi hermana mientras mi madre cosía en esa máquina al ladito de la radio donde se escuchaba la voz de esa mujer (que resultó ser hombre...) llamada Elena Francis, dando consejos de esposa sumisa, y amante entregada, eso sí, discretita.... Fui realmente feliz, aunque no tuve una gran bañera donde probar jabones que no pican en los ojos, aunque mi habitación tuviese literas y no cabiamos para jugar, aunque mi madre nunca se tiró conmigo al suelo, a lo sumo me tiraba los juguetes, creo, cuando era bebé..... Intento pensar que los valores que les doy a mis hijos, y sobretodo dosis ENORMES de besos y amor, cubrirán mi falta de tiempo a la hora de compartir sus juegos...

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