EL AMOR SE TOCA, SE HUELE...

Cuando te veo dormido me dan ganas de comerte, todo tu rostro relajado, toda tu bondad a flor de

piel. Esas piernas que se dejan caer en cualquier lugar del colchón, como si no compartieran el mismo tronco, el mismo cuerpo. La almohada queda mojada junto a la comisura de tus labios, unos labios entre abiertos que desde pequeñito dejan salir unos ronquidos que le hacen sombra a los del oso Yogui.. ¡suerte que van despareciendo poco a poco a medida que creces!

Ese pelo cortito, rubito, que se vuelve loco por la noche, que decide ser independiente y viajar por los extremos del cojín para darte ese aspecto de Albert Einstein pero en guapo, realmente muy guapo. Me gusta tu rostro, tu risa, tu piel y tu olor. Haberte parido ya  forma parte de mi ser, de mi recuerdo, de mi base emocional. Te comeria todito, a besos, a achuchones, a arrumacos, a abrazos... te besaria hasta el extremo, te acariciaría hasta extenuarme... porque te amo, te adoro, eres mi solete de niño y quiero crecer contigo. Pronto es tu cumple, ¡ya tendrás 6! pero eso no importa, lo que importa es cada minuto, cada segundo que ocupas mi mente y mi cuerpo. Porque tu olor, tu imagen, tu tacto, van siempre conmigo.

Felicidades campeón. Ya queda poquito para soplar una vela más.