Para una buena atención, hay que hablar en el tono adecuado. Eso lo sabemos todos, pero lo olvidamos a menudo. Cierto. Desde pequeños aprendemos que si pedimos las cosas con cierta gracia a papi o mami, las obtendremos fáciles:
1. mami, pofi, chuche. vaaaa mami, t'estimo molt (te quiero mucho). Y zas! la piruleta es tuya. Si eres realmente bueno/a controlando el tono hasta puede que te lleves un sugus para después de cenar (que seguro será para antes si te esmeras....)
Vamos creciendo, y el tono sigue siendo importante. Pero muchas veces, confundimos tono con volumen. Eso es muy, pero que muy dado, en los países latinos. Yo tengo mi propia teoría: como salimos mucho, nos gusta conversar en terracitas en la calle (a los fumadores parece que les gusta hasta en enero... es broma! fieras!) nos encanta tener coches potentes, y todas las obras de nuestra ciudad sabemos cuándo empiezan con suerte, pero nunca, nunca, cuando acaban, pues el volumen alto de nuestra voz es ya una parte de nosotros. No es dificil tomarte un café solita y poder estar la mar de entretenida escuchando sin el más mínimo esfuerzo las conversaciones del vecino de mesa: que si su mujer siempre se enfada cuando deja los pelos en la ducha, que si le han suspendido en mates porque el profe le tiene manía, que si su hijo se comió cuarto y mitad de plato de macarrones en menos de un minuto, que si a fulanita le han ascendido por su entrepierna bonita, que diga cara bonita, que si a fulanito le han degradado por su cara de sharp caducado... en fin, las profundas conversaciones de terracita de bar.
Pero la cosa se complica cuando te conviertes en madre/padre. Al principio, cuando acaba de nacer, todo son susurros. Que si mi cosita linda por aqui, que si ¿quien te quiere a ti, mi cielito? que si... todo dicho con un tono de lo más ridículo pero que en el mundo bebé es muy bien aceptado. Cuando el bebé empieza a crecer y a hacer de las suyas, ya se te va escapando algún que otro gritito: nooooooooooo, los deditos ahí noooooooooooo, deja el pelo de tu tataaaaaaaaaaaaa, no te comas ese sugus pisadoooooooooooo... en fin, el tono y el volumen van cambiando. Cuando llega tu pareja, después de un duro dia de trabajo externo e interno, de bañeras, cenas, mochilas para el dia siguiente, reuniones interminables, en fin, lo normal, el tono ya no es de presentadora de Un Dos Tres, si no más bien de Esperanza Aguirre... un tono irritado que parece provocado por unas almorranas que trabajan, eso si, en silencio.
Cuando tus hijos alcanzan la edad de 4,5,6,7 y hasta los 9 diria yo, el tono es bastante dictatorial, o en la mayoria de los casos. Que una empieza cual manual de super nani, relajada, intentando razonar el porqué no puede salir a la calle con el traje de flamenca lloviendo y a menos de 3º o porqué debe comer algo diferente para cenar que la nocilla con pan. Recoger también es un verbo que casa con diferentes tonos y volúmenes de voz. Se empieza en un tono cordial, conciliador, para acabar en una verborrea de amenazas que no sirven, pues acaba una recogiendo en la mayoría de casos en un tono no apto para menores y con un vocabulario digno de otro post.
A partir de los 10/11 años el tono es o de coleguilla guai o de Augusto Pinoched. No hay termino medio, pero en el fondo qué absurdo es: el receptor del adolescente no capta la frecuencia de ondas paterna/materna. No vale la pena. Hasta que el receptor de su cerebro no madure, no te esfuerces, tus ondas de sonido rebotan o simplemente pasan de largo.
Ni idea que debe pasar cuando tus hijos sobrepasan la adolescencia. Supongo que entonces el tono volumen hacia ti debe ser de "pobre mamita, no se entera que los tiempos cambian", pero prefiero seguir ignorándolo.
Lo que si me he dado cuenta, que los que controlan sobretodo el volumen o el tono de sus voces, son grandes oradores, grandes comunicadores, y yo los admiro profundamente, mientras sigo gritando que recojan cual madre siciliana en la ventana....
12 comentarios:
ay lo que me he reido... que razón tienes... yo he puesto un cartel en el frigorífico coun enorme NO NOS GRITAMOS y entre parentesis (mamá tampoco grita)Pero que poco lo cumplo...
a veces mis hijos me hablan a gritos, pero no porque estén enfadados, es que es su tono normal y no se dan cuenta de que están gritando :S
Hola Kira,
Ja fa dies que et llegeixo i jo fa poc també vaig obrir un blog
http://unamamaalavidamoderna.blogspot.com/
Sóc mare des de fa 4 mesos, així que m'apunto tot això que dius per un futur no tan llunyà. hehehe
Además de los gritos que los peques reciben directamente, hay otros de los que son espectadores y que también marcan.
Mis primeros gritos (que recuerde) no me los dedicaron a mí, sino que era una disputa entre mis padres, a grito pelao y sin la precaución de evitar hacerlo ante los hijos. Y si papá y mamá pueden hacerlo, ¿por qué no yo?
Vamos, que salí un poco gritón :P
besos
Puf! Yo ahora me he moderado un montón, pero soy una cotorra de cuidado y reconozco que mi volumen de serie es elevado. Así que cuando empiece a pasar por las fases que describes (me bebé tiene 13 meses) no quiero ni pensarlo. Tendré que hacer un curso de autocontrol o contratar a un buen Foniatra.
PORFINYOMISMA, Es una muy buena idea eso del frigo... hum tal vez lo adopte.
MAMAMODERNA, Ya m'he donat una volteta pel teu blog i es molt interessant! estarem en contacte, encantada de tenir-te per aqui.
RAINDROP. Tienes razón, sobretodo si asisten a una cena familiar en Navidad... los villancicos sonando, tia Ageda cantando, algunos borrachos, otros tocando la botella de anís... y los peques gritando y corriendo mientras TVE saca a la Obregón de turno para gritar las campanadas.... hahahaha
MOUSIKH El autocontrol cuando funciona es perfecto. Los peques se "contagian" de ese hablar pausado y bajito y están super tranquilos y con suerte receptivos... el problema es cuando se pierde... CUERDAS VOCALES DEMOSTRAR LA FUERZA DEL PLANETA!!!!!
Muy de acuerdo.
Y además creo qeu los niños en un principio no entienden bien lo de los gritos. Ya expliqué que la mia nos mira raro cuando la regañamos, y si levantamos la voz, más aún.
No estan acostumbrados a esto.
Lo malo es que acaban acostumbrandose, pobres..
Somos demasiado teatrales por estos lares...
En escandinavia esto no pasa.....creo.
ayyy!! esa es mi tarea pendiente!!!!....creia que yo era la única madre que habla en tono alto(digase de paso que yo tengo un tono de voz alto de fabrica,acostumbrada en mi juventud a chillar en las clases de aerobic ahora no sé hablar bajito,es más tengo faringitis crónica por este motivo!!!!).....ahora estoy leyendo un libro sobre ello e intentando aplicarme el cuento.
Pero te digo algo,y lo entretenida que está una oyendo en la playa,mientras tomas el sol,las conversaciones de los demás????!!!!!por favor,eso no, eso no......una hace como que no escucha,pero que sería de un dia en la playa sin esos ratitos jejejej:p
ONAVIS no se si pasa en Escandinavia.... pero aqui segurisima estoy! cierto que se extrañan cuando les regañas con tono alto, pero te diré que ellos lo utilizan muy a menudo a partir de los 3 años!
TERSINA que graciosa eres! cierto, el tema estirarte a la toalla y escuchar es realmente entretenido... yo a veces he tenido que abrir un ojo para ponerle rostro a tanta barbaridad! jajajaja
Jo amb el meu (de flamants 12 anys) utilitzo el to de coleguilla/guai/vivalapepa el 95% del temps i no estic del tot convençut que aquest sigui el percentatge més adequat.
Dic això perquè quan toca (perquè toca, tard o dora, però acaba tocant) el 5% de dictadura pinochetista/ja n’hi prou/ens prens el pèl li destarota molt que jo pugui agafar aquest paper.
En fi ... coses de cada casa!
Això sí, fora de casa no som de gaire fer crits. Cantem alt, a vegades. :)
ja ja ja ja ja este finde hemos estado en Inglaterra y te aseguro que jamás me había sentido tan mamma italiana!!!! solo me faltaba gritar "Joooosssssuuuaaaaa"
Jajajajja mi madre pega unas voces que Pa que!! Así seré yo dentro de unos años! Jejeje muy buena la entrada me he reído mucho. Un besazo
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