LA PUESTA A PUNTO, LLEGA EL VERANO

El verano es una época fantástica para mi. Me encanta el sol, la playa, las largas horas de luz, vestirme livianamente, lo barato que sale hacerlo... en fin, que me gusta muchísimo. Me da una alegria dificil de perder durante todo el dia. Además, como vivimos al ladito del mar, pues estamos todo el dia en remojo. Que los niños salen del cole, cruzamos la carretera y ya estamos en la playa. Que yo vuelvo del trabajo astiada, pues un buen remojón y todo cambia. Que no tengo ganas de hacer cena, pues bajamos al chiringuito de la playa y un buen pescadito frito y una ensalada y listo. Me gusta mucho. Pero todo cambia...

Antes de ser madre, o tal vez antes de los 35 ( no se bien cual es la causa/efecto) sólo me preocupaba de cuándo podría despojarme de las medias para lucir piernas y agarrar pronto un bonito bronceado. Ahora la cosa cambia. No es que esté obsesionada por mi cuerpo,(bueno, un poquito... je,je como todas, la que dice que no miente vilmente....) pero claro las cosas no son lo mismo. Me explico:

- Tengo que colocarme las lolas dentro del sujetador. Y eso que las tengo bastante aceptables, casi diria yo que bonitas después de dos embarazos con sus correspondientes lactancias. Pero claro, tantos años de gravedad han influido un poquito. Cuando me planto el bikini, tengo que adaptar mis lolas al espacio con la mano. Quedan estupendas, pero ya no se colocan en su sitio solas, tengo que ayudarlas para que no miren siempre hacia los pies y miren hacia el flequillo.

- Siempre he sido practicante del top-less (por seguir en tema lolas). No me gustan las marcas blancas en mi pecho, si después uso un vestido de tirantes, me gusta que se me vea bronceada por igual. Pero desde que soy madre, sólo lo practico sobre la toalla y cuando estoy sentada/estirada. Odio ir a hacer castillos en la arena con las tetas colgando, limpiar mocos, repartir fruta, cambiar pañal, quitar sal de los ojos, perseguir a la pelota... todo ello balanceando las lolas cual africana en plena danza... No me apetece .Creo que pierde todo el glamour.

- Mi color de piel es verde cetrino. Antes de ser mami, tenia tiempo para mi. Como casi todas. Que si un café por la tarde en una terracita, unas sesiones de rayos UVA... todo para prepararme para cambiar las botas por sandalias, y las medias por la brisa en las piernas... ahora, mi piel asoma al sol cuando ya practicamente la gente se derrite por la calle. Esas piernas verde cetrino no pegan con nada... esos brazos blanquitos parecen salir de una peli de zombis...

- He desarrollado la habilidad de saltar de la toalla al agua de la playa en menos de 30 segundos. No importa que esté a 500 metros del mar, que mi cuerpo deba salvar sombrillas varias, cubos en la arena, cuerpos aplastados y derretidos por el sol por toda la arena... yo consigo saltar de mi toalla y meterme al agua en menos de 30 segundos ( y aún me sobra para mirar de lado a lado y observar si alguien se fijó en mi celulitis...nada más que añadir, la que la sufra sabrá a que me refiero...)

- Mi espalda puede soportar más peso que un camión de transporte de ganado vacuno. La bolsa de la playa ya no contiene el Cosmopolitan de turno, la crema ultra cara fashion, el agua para rehidratarme y poco más, si no: galletas por si hay hambre, toallas varias, mudas de bañadores de tallas por debajo de la 10, protector solar vario, gorras, cubos, palas, toallitas, muñecos, una barca hinchable, la cabaña del Tio Tom, etc.... Esas bolsas de padres playeros son autenticos bloques de cemento... y ni te cuento cuando las toallas están mojadas.

-Me he hecho fan de la fotodepilación. Antes de ser madre, el tema me preocupaba, pero tenia mi cita quincenal donde me dejaban cual culito de bebé. Fué ser madre y dejar de tener la piel cual culito de bebé y pasar a parecerse más al culo de un señor peludo. Ni tiempo de depilarme, y claro, llegaba a la playa y con esa luz del sol que seguro que lo hace a mala leche, se ve hasta el último pelo que te dio la genética... Pues desde hace casi un año me fotodepilo. Así que este verano no tendré que estar pendiente de mirar mis bajos mientras hago un castillo de arena(por eso de si se ve más forest del que seria de recibo...) ni de esas rodillas a contraluz que son la desesperación de cualquier madre. Suerte de la Luz Pulsada. Mi salvadora...

- Al chiringuito voy a comprar helados o bolsas de patatas. Donde yo vivo los chiringuitos son de lo más fashion. Montados tipo Haimas, cojines por aqui, sofas por alla, foulares, telas colgando, musica chill out... un lujazo para el que pueda. Yo no. Si pongo mi culo alli, automaticamente vienen mis churumbeles a probar todas las hamacas del lugar, a preguntarme que es ese cigarro tan raro y gordo que fuma ese señor con perilla de chivo, en fin, que no es plan. Compro las patatas de turno (que me cuestan como 100grs de caviar iraní) y me largo, con mi culo bien enfundado en un inmenso pareo... a conjunto con el biquini si tuve suerte y tiempo para buscarlo.

Podria seguir, pero es martes y debo empezar a preparar la bolsa que llevaré este fin de semana al mar... por eso de que no me falte nada.