Cuando te vas haciendo mayor, cuando la vergüenza social, esa que te acompaña sobretodo en la adolescencia, empieza a desaparecer en muchas ocasiones, empiezas a superar y vivir con naturalidad ciertas situaciones que requieren de una habilidad postural increible.

1.refregándome por el suelo húmedo y sucio de la calle. Cuando a tu hijito o hijita se le ha caido casualmente su juguete preferido justo debajo de ese maldito deportivo que no levanta un centimetro del suelo, para más INRI. Tu cuerpo, se agacha hasta que al final, no tienes más remedio que extenderlo totalmente en el suelo, dejando tu ropa como un Cristo y consiguiendo, con cualquier objeto al alcance, conseguir llegar all objetivo que dicho sea de paso, no es tarea fácil. No podia caer al lado, si no justo en medio del p... coche.
Antes de ser padres esto ni se te pasaba por la cabeza: que te caía una moneda de 25pts( antes de ser madre no recuerdo el euro, y eso que existia ya....) debajo del coche, pues eso, lástima, pero no ibas a jugarte tu falda de cachemir y tus medias de seda o en su defecto tu blusa hyppie de seda.Y menos aún dejar tu culo o cuerpo a la vista de todos en semejante postura! Estas cosas cotidianas del día a día los padres las resolvemos en un plis plas.
2. Cambiar el pañal del niño en cualquier sitio, y si el peque está de pie y sigue corriendo y jugando tiene más puntos. Resulta que no quiere parar pero parece ya una hormiga de lo que le cuelga el culo debido a la cantidad acomulada de pipis que retiene... pues eso, tu sacas tu pañal, agarras al niño del brazo, él sigue jugando a futbol, tu bajas su pantalón esquivando a la derecha el pelotazo que fijo te desmontaba el moño, la hermana que te pide la merienda, se la das con la boca ( que habilidad has desarrollado, cual cachorro canino) abres el pañal, el niño se desvia, te das cuenta que las cintas adhesivas las tienes delante, pues lo cambias esquivando el segundo balonazo, una madre te habla, tu naturalmente contestas, zip por aqui, zip por alla y pañal cambiado. Claro que ni saber la pinta que tenias, esquivando balones, cogiendo la merienda de la niña con la boca de la bolsa que está en el suelo, tus piernas contorsionadas, tus pelos revueltos... pero objetivo conseguido.
3. Vas conduciendo y la diadema de la Barbie de tu hija, o el chupe del peque, se caen bajo el asiento del copiloto. Pues nada, coges el volante con una mano, dejas caer la cabeza hacia atrás, tu pie sigue en el acelerador, te acompaña el llanto de tu niño/niña que da por perdido su objeto preciado en ese momento, tu gritas: que estoyyyyyy conduciendooooooooooooo lecheeeeeeeeee! pero sigues, te contorsionas aún más, agarras el objeto, todo esto sin dejar de mirar hacia la carretera, se lo alargas a tu hijo/a que casi ni mueve un centimetro su manita para ayudarte, y cuando lo tiene te recompones. El del coche de al lado todavia se pregunta como circulaba un coche sin conductor y con dos niños dentro... claro, ¡tu cuerpo se pegó al suelo del coche para llegar!
4. Dar la papilla mientras mueves un juguete, miras el dibujo de tu otro hijo/a e intentas que el peque no se baje de la trona. Todo esto evitando los salpicones de tu traje de trabajo, pues naturalmente no te dio tiempo a cambiarte.
6. Te duchas. El niño empieza a berrear aunque lo dejaste dentro del baño para que estuviese tranquilo, entonces cantas, abres la mampara en pleno mes de enero, y claro,como no te dio tiempo a encender la estufa tus pezones no bajan de los 90º .... ries para que se tranquilice como si el frio polar y la situación no fuera contigo, sonries con los ojos abiertos por los que, irremediablemente, te resbala el jabón más picoso del mundo. Disimulas, mami ya sale cariñín, casi te escoñas al salir por no secarte bien el jabón de los pies, evitas chafar al peque, de la crema hidratante que antes te ponias ni hablamos y te llegas a poner el tanga al revés con las prisas, que mira que es dificil la cosa....
7. Sales de casa con los niños y pretendes estar presentable al llegar al trabajo. Cuando bajas del coche para dejarlos en el cole, te acompañan las dos bolsas de desayuno, la mochila de piscina, la mochila de comedor, el juguete que no quiso dejar en casa, el chupete en tu boca porque en la escuela no le dejan, los abrigos que no quieren ponerse porque hace calor pero que necesitan por la tarde, tu bolso... Todo ello intentando parecer digna, mujer ejecutiva atractiva.... vamos, Clooney please, ahora no mires....
Y podria seguir con las posturitas (calentar bibis en microondas, mientras tienes a tu hijo en brazos y llora porque lo quiere ya, sin dejar de moverse, mientras viertes leche en un vaso en la misma postura, limpias mocos a distancia, etc...) Seguro que todas tenemos alguna. Y es que ser padres es ser contorsionistas, fisica y psiquicamente....