Sabia que algún dia llegaría el problema. Hasta ahora lo capeabamos super bien, ningún comentario, ningún lloro, ninguna vergüenza en casa... pero ha llegado el dia. Yo sabía que llegaría porque es de lógica y porque mi hijo no es el primero ni será el último. Ayer rompió a llorar desconsoladamente diciendo que no quiere ir de colonias (convivencias) con su lengua de trapo de 4 años porque els altres nens no porten bolquer (no llevan pañal). Pues que penita me dió. Me dijo que queria dormir en casa, que no queria ir más al cole, que.... todo esto estiradito él encima de la cama, con sus manitas cubriendo su cara, como si no puediese contener tanta pena, rabia y vergüenza. Que no mama, que no! lloraba y lloraba.
Yo decidí esperar que el llanto remitiese, sólo caricias corporales, nada más. Yo, cuando lloro, lo hago por necesidad. Por lo tanto me gusta que el llanto fluya, que me aleje momentaneamente del dolor con el placer que te invade cuando explota el sentimiento. Que fluya la lágrima, que es la responsable de llevarse parte de la penita que te invade. Eso pienso yo. No me gusta que me corten, que me digan que no llore, que ya está.... en fin, yo pensé ayer que para mi hijo era importante expulsar todo ese temor durante un ratito. Porque es un niño introvertido, no suele expresar mucho y le cuesta decir que no. Asi pues, estuve esperando que remitiera el primer envite.
Después, algo más calmado intenté buscar una solución:
mira carinyet, no es malo llevar pañal. No pasa nada! hay muuuuuuuuuchos niños y niñas que lo llevan, verdad Noa? le pregunté a su hermana conociendo la respuesta pues en su clase, de segundo de Primaria, hay algunos niños y niñas que todavía no controlan los esfinteres ,concretamente el pipí.
Si! afirmó ella, y le dio nombres. Esto parece que consoló al peque. Ya sabemos que para los humanos el mal de muchos consuela, aunque sea de tontos....
Además, le comenté, si quieres mamá le pide a Mercè (su tutora) que te ponga el pañal a parte, en el baño y nadie lo verá. Pero si lo ven, no pasa nada! No es malo guapo.
Se calmó. Tal vez por el cansancio, tal vez por las esplicaciones, tal vez por los besitos que le dimos, las caricias sin medida... se calmó.
Y seguidamente hoy hablo con su tutora. Para ella no será nada nuevo, hay muchos niños así. Y se agradece contar con su experiencia. Seguro que lo maneja mejor que yo.

Que si, que deben aprender a superar retos, que son ellos los que lo tienen que hacer, que.... pero que levante el dedo el primer padre o madre que no preferiria comerse los problemas de nuestros hijos y evitarles pasarlo mal...