miércoles, 26 de agosto de 2009

Lenta, muy lenta....


El estres es lo que tiene: te da una caña impresionante, te mueves, corres, soplas, en fin , todo tu cuerpo se mueve a un ritmo frenético. No hablo del estres sumamente dañino, ese que se instala en arterias provocando infartos, ni el que ayuda a que tu cabeza parezca una montaña Pelada de Montserrat, o aquel que te da tal dolor de estómago que ni con un buen copazo te lo quitas.... Hablo del estres que pone tu máquina en marcha: la fisica y la psíquica.

Cuando llegas al trabajo, a mi me gusta encontrar muchos temitas por trabajar, muchas personas a las que contactar, muchos correos que contestar... soy así de rara. El ritmo bajo/medio me deprime. No serviría en un trabajo pausado, lento, tipo porteria de barrio, tipo información de lugares que nadie visita.... Me va la marcha.

Ahora en agosto, me cuelgo en los rincones. Todo pasa despacio aqui, en la oficina. Nadie despierta, todos tienen su mirada perdida en los ordenadores... algun correo aqui, otro allá, un documento que archivar , otro que firmar.... pausado, lento, sin prisas, no sea que se acabe el verano por correr....

Mis nervios deben adaptarse. No pasa nada, asi es la realidad de este país. En agosto, hasta los milagros se posponen a septiembre. Quien dijo que los santos no merezcan un descansito por tanto trabajo de velar por estos infieles????

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