martes, 2 de junio de 2009

DESAPARECIDAS 228 PERSONAS EN EL ATLANTICO


Ayer escuché esta noticia desgarradora. A medida que pasaban las horas, se iban ampliando los datos al respecto, pero la verdad es que todo presagiaba lo peor: un accidente del que seguramente nadie ha salido con vida.
Entre los pasajeros, se estimaba que viajaba un bebé y 6 niños.
Cuando nos vamos, nos despedimos porque emprendemos un viaje o nos desplazamos a nuestro puesto de trabajo, normalmente esperamos volver. Volver a ver las caras de quien queremos, y porqué no decirlo, de quien no... volver a casa, a encender la tele, o tomar un baño, o continuar con ese crucigrama que se nos resiste... en definitiva, volver a lo cotidiano.
Cuando alguien querido no está, no reparamos mucho en su ausencia. Si no se trata de una separación forzosa, es decir, por motivos de trabajo que impidan tener a nuestros seres más queridos cerca, no nos damos cuenta de que nuestro cerebro descansa tranquilo porque sabe que esa persona está ahí. Cuantos de nosotros ni piensa en el hecho de que no ve a su hermano/a, primo/a, tío/a, amigo del cole ,o amigo de siempre, muy a menudo. Yo puedo pasar largas temporadas sin ver a mi hermano, porque trabaja fuera de Barcelona. Pero mi mente, y mi corazón saben que está "por ahí". Y me siento tranquila. Cuando me llama, oigo su voz, y parece que fue ayer que conversamos. No pienso que puede llegar un día que no oiga esa voz... o él la mía.
Lo peor para mi de este accidente, es que 228 personas marcharon, seguramente la mayoría se despidió con un hasta pronto, y ahora no están. Pero lo más desgarrador, no es la muerte en si, siempre traumática, sino la desaparición de sus cuerpos. Porque desde que existimos, necesitamos dar reposo a nuestros muertos. Nadie descansa cuando alguien querido desaparece... puedes asumir que está muerto, pero siempre albergarás la esperanza de que pudo salvarse... y con eso, yo creo que no podría vivir. ¿Dónde están? ¿Cómo lograrán descansar su dolor esos familiares que un día despidieron con cariño a esas 228 personas y ahora han desaparecido en la nada del océano? A mi me horroriza. La muerte es dura, pero el no a la existencia, sin cuerpo o cenizas que velar, entendiendo que de la noche a la mañana, esas historias de vidas, o esas futuras vivencias , ya no están, se fueron, pluf! desparecieron, como cuando en las películas del espacio la nave atravesaba LA NADA....

2 comentarios:

vacapaca dijo...

Son dias muy duros para familiares y amigos ... y para los que lo miramos todo desde la tranquilidad de nuestras casas ... otro ejemplo más de que hoy estamos y mañana no! de que no vale la pena discutir por tonterias y tantas cosas más ... y si fuera ese momento el último ... Un beso, Montse.

Marta dijo...

Me has emocionado con este post. Es un hecho realmente terrible y debería hacernos reflexionar a todos sobre el sentido que queremos darle a nuestras vidas.

SE ACABÓ!

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