lunes, 25 de julio de 2011

Campaña Prevención del Maltrato Infantil

La violencia entre el género humano ya es de por si detestable. El usar la fuerza como los primitivos cuando la palabra no se nos da bien o cuando la situación "se nos escapa" de las manos, es algo que nos debería hacer reflexionar. Todos estamos de acuerdo en que la violencia de género, la del maltrato infantil, no deberían estar tan generalizadas. Imaginamos a mujeres amoratadas, muertas de miedo, escondidas en casa... Imaginamos a niños apalizados, maltratados, en paises subdesarrollados, y se nos revuelven las entrañas. Pero el maltrato va más allá. Existe el maltrato psicológico: insultar reiteradamente o sobretodo, y éste está más generalizado y aceptado silenciosamente por la sociedad actual, cuando los progenitores o educadores menosprecian publicamente a un niño/a: es tan despistado, no estudia nada, es un vago/a, me tiene frito/a, se porta fatal.... en fin, podria seguir. El niño o niña no tiene porqué ver sus defectos expuestos una y otra vez públicamente. Es tarea nuestra trabajar para que disminuyan esos defectos o comprotamientos  manteniendo una conversación y las que hagan falta pero en privado. No digo que haya que tratarlos como dioses intocables, digo que no tienen que ser expuestos publicamente a las risas y el comentario negativo.
Es fàcil recurrir a la violencia. A veces, el hecho de hacerlo parece eximirnos de buscar alternativas a comportamientos de nuestros hijos nada "educados ni positivos". Pero deberíamos reeflexionar sobre ello, sobre el cachete ocasional,. sobre la frase de "a veces un cachete a tiempo es mejor que tanta tontería...". Si ellos nos devolvieran ese "cachete" seguro les diriamos: no se pega a la mamá, no se pega al papá... entonces... ¿Por qué lo haces tú?

3 comentarios:

Tersina dijo...

Hay que tener cuidado con descalificar a los niños delante de ellos,sobre todo por su autoestima,y es fácil que pase.Yo, por ejemplo muchas veces con mis vecinas hablamos de lo travieso que es mi chico,o los comparo,pero intento que no sea delante de ellos.No sé si calificarlo de maltrato,o más bien de respeto hacia tu hijo porque a nadie nos gusta que nos descalifiquen y menos en público.
Y en cuanto a lo del cachete,pues hay que evitarlo a toda costa,estoy contigo.
Besos!!!

raindrop dijo...

Todos los padres deberían conocer el experimento de Robert Rosenthal, reflexionar sobre el asunto y extraer sus propias conclusiones prácticas. Y no olvidar nunca que si tratan a sus hijos como burros y se lo repiten a menudo, acabarán teniendo unos estupendos burros en casa y ese será su legado para la sociedad.
¿Qué sucedería si estimularan a sus hijos hacia la excelencia?

Muy buen post.


besos

Erna dijo...

Me ha encantado el post y el video!!
Lo cierto es que los niños son seres fragiles y nosotros los adultos ya estamos acostumbrados a ver demasiada violencia a nuestro alrededor que a veces no nos damos cuenta de lo que puede salir de nuestra boca.

SE ACABÓ!

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