LACTANCIA MATERNA

No voy a descubrir el mundo. No voy a dar datos cientificamente probados. No voy a luchar por tener mil comentarios de aprobación y tal vez unos cuantos de reprobación. Me da igual que me da lo mismo.

Yo soy madre de dos hijos biológicos y una de crianza. Tres para mi bolsillo. Y tan feliz. A dos de ellos les he dado de mamar .Por convicción. Por necesidad de ellos y mía.

Sentir  su boca en tu seno, sentir como succiona, sentir que se llena de ti. Sentir sus manitas, al principio de afiladas uñas, rodeando tu pecho. Sentir como la succión apresurada del principio se vuelve pausada y rítmica a los pocos minutos. Despegar su carita soñorienta al final, con un filito de leche en sus comisuras labiales, dejando escapar sonrisas mecánicas de purito placer....Sentir como el peso insoportable de la leche desaparece dejándote la sensación de ser ligera de nuevo, aunque solo sea por unas horas... ese olor, tuyo, de tu bebé, de vida que desprende esta acción no hay liga de la leche ni activista ni comadrona que te lo enseñe. Debes experimentarlo, debes sentirlo, debes disfrutarlo para poder entenderlo.

No es obligatorio para ser una buena madre. El momento biberón también puede existir y es muy respetable. Pero es diferente, al menos para mi.

Ya no repetiré la experiencia, pero es como cuando de pequeño, no sabes cuándo,  probaste comerte la tierra. Ahora piensas en el sabor que tiene y rápidamente viene a tu mente... pues eso siento yo cuando hablo de lactancia materna. Bendita sea.