martes, 31 de marzo de 2020

ESCONDETE DEL COVID-19...CONMIGO.

Estoy aqui, entre bambalinas.... Pensando en editar un libro con mis post y por ello no deberia escribir más en abierto... pero hay momentos que el alma puede a la razón y dice, oye que ahora es mi turno.

Son días extraños, días que nos cogen a contrapié, días como aquellas clases de zumba donde sientes que todos van a la derecha y tú a duras penas aguantas el equilibrio... Días en los que la mente es poderosa, o nos ayuda o nos destruye.


Yo he decidido que van a ser dias de provecho emocional. No quiero caer, no quiero ser negativa, no quiero tampoco ser insensible con lo que nos rodea, pero poco puedo hacer más de lo que estoy haciendo: permanecer en casa. Escondida cual presa fácil de este virus llamado COVID-19. 


Esa sensación de cuando de pequeños jugabamos al escondite y cuando te sentias segura, de repente oías unos pasos, una respiración fuerte, movimientos que presentías porque no veías, y tu corazón se aceleraba por el miedo a ser presa fácil. Así nos sentimos. Por eso nos cerramos a cal y canto, deseando que el virus pase de largo por nuestra puerta, no llame, no nos vea a través de las ventanas... ¡pssssss calla, calla que si te oye entra!

Lucha de todos y para todos. No voy a extenderme en agradecer el trabajo infinito y valiente de tanta y tanta gente que lo está dando todo en hospitales, centros de investigación, supermercados, camiones, estaciones de servicio, recogida de basuras, cuidadores, etc.... Para ellos no sólo un aplauso puntual, sino todo mi apoyo incondicional y moral. 
Pero también para todos aquellos que luchan con sus mentes, con sus miedos, que disimulan delante de los suyos, que sufre (como nosotros) si podrán asumir todas las facturas.... en fin, a todos nosotros. Porque cada uno de nosotros tiene su lucha propia.
Lo que sí hemos aprendido es que no somos lobos solitarios. Nos encanta decir que necesitamos espacio, que la gente, esa gente en la cual no nos incluímos nunca al hablar, no saben estar solos.... Maldita prepotencia humana. Somos especie grupal. Somos especie de compartir, vivir juntos, y nos necesitamos. Eso no deberíamos olvidarlo.
Y también somos vulnerables. Física y emocionalmente. Y mortales. Eso tampoco deberíamos olvidarlo. Sea por este bichito llamado covid-19 sea por cualquier otra causa, no estaremos aqui siempre. ¿De qué sirve vivir siempre planeando sin disfrutar el momento presente?

Yo me siento fuerte mentalmente. No cada minuto, pero si la mayoria de ellos. Espero desde el riconcito más intimo de mi alma, que si lo necesitas me escribas y te doy un poquito de mi reserva de fortaleza. 

6 comentarios:

Juan Bello dijo...

Difíciles momentos emocionalmente hablando, qué duda cabe. Pero estoy contigo, será genético, será casual, que será, será, canto mientras escribo (por cierto, la primera vez que me atrevo a contestarte en tu blog, soy hombre de ciencias y las letras no fluyen como debieran aunque las digiera como un enfermo).

Discrepo contigo queridísima cosina (sí, ya se que es "cuggina", en italiano, por si alguien se tira de los pelos, pero mi primilla me permite la licencia de llamarla "cosina" o "cusina", en catalá tancat); discrepo, como te decía, en que estás haciendo poco pues, quien hace todo lo que puede, no debería permitirse la licencia de infravalorar su aportación.

¿Poco porque sólo te quedas en casa? ¿Porque no estás en primera línea? No comulgo con el símil que se ha ofrecido en este país definiendo esta situación como una guerra, pero si lo fuese, recuerda que tan importantes son los artilleros y los infantes como los enfermeros y los peones lejos del frente.
Te conozco un poco, aunque menos de lo que quisiera y, como decía al principio, será genético, será casual pero pongo la mano en el fuego y no me quemaré si digo que estás ayudando como una "Bella" leona a tu familia con tu humor, tu compañía, tus palabras, tus gestos...con tu "tú". Y no es más ni es menos que lo que estoy haciendo yo y muchísimos más en nuestras casas, con los míos, con mi pareja y nuestros cachorrillos, que deberían estar retozando al aire libre, relacionándose, respirando aire y cambiando las células viejas de su piel bajo el sol y no bajo cemento, intentándoles hacer pasar un momento trágico con las máximas sonrisas en sus caras...pues es el deber de cualquier progenitor hacer que su prole viva los malos momentos con realidad, pero con la mayor alegría y sonrisas posibles.

Yo también me siento fuerte mentalmente, no cada minuto pero sí la mayoría, a veces más por "deber" que por placer....aunque estos días me están sirviendo, y mucho, para buscar en el interior lo que realmente importa en el exterior, las personas que queremos y que no vemos lo que deberíamos porque creemos, erróneamente, que mañana lo haremos...y ninguno sabemos si ese mañana existirá para nosotros.

Para no gustarme escribir creo que este post se está eternizando. Un beso muy fuerte a ti y a tu familia más cercana, a Xavi, a los canijos (sí, algunas ya no son tan canijas), a la tía, que cada día está más guapa y más joven, y sirva este momento que nos está tocando vivir para no posponer esa quedada "cosinal" que tanto llevamos hablando.

PD: Si esa fortaleza flaquea por aquí tienes un surtidor de repuesto.

PDD: ¿Cuando dices fortaleza te refieres a cerveza post confinamiento? X)

KIRA PERMANYER dijo...

muchas gracias por compartir tanto en un comentario.... gracias también por ser mi surtidor de repuesto para la fortaleza y por supuesto la cerveza nunca debería falta... :-)

Eres una gran persona, y en estos dias los que sois como tu haceis mucha falta. Take care of you and your beautiful family. lov u.

Garbí24 dijo...

Seràn dies complicats, però pateixo més per el futur immediat que per el confinament. Que tinguem sort

KIRA PERMANYER dijo...

tindrem, els humans som supervivents. Potser no tots valen la pena.. jejejeje però el gloval no es tan dolent com ens ho fan pintar. Jo si confio en la bondat de les persones, i potser no serem tant rics econòmicament, però si en valorar sentiments... vull pensar i creure això.

diego dijo...

Hola, Kira! Años sin pasar por aquí.
Comparto todo lo que escribes en tu espléndida entrada. Todos somos unos héroes (más o menos pequeños) en nuestro comportamiento frente a esta pandemia que hace un año parecía que solo podía existir en los libros de ciencia ficción. Y entre mis héroes están los niños, sobre todo los más pequeños. Me emociona ver cómo están soportando el confinamiento cuando no entienden nada y lo que le pide su cuerpo es salir al parque a jugar con sus amiguitos. Cada tarde que salgo al balcón a aplaudir (un modo también de liberar tensión, y de conocer a vecinos que siempre han estado ahí y que hasta ahora muchos de ellos no eran más que una sombra en el ascensor) mi aplauso también va dirigido a esos pequeñajos.
Yo me voy habituando poco a poco a estar encerrado, sé que las montañas, los ríos, los paisajes saben esperar a que vuelva. Os prometo que volveré.
(Yo también soy de ciencias, como Juan, se ve que hoy nos hemos olvidado de las fórmulas y las hemos cambiado por el tecleo :)
Un abrazo, Kira.

KIRA PERMANYER dijo...

gracias por comentar Diego, si que hace tiempo que no nos comunicabamos verdad? me alegro mucho que estés bien y puedas seguir contribuyendo quedandote en casa y aplaudiendo como un loco! keep on doing! besos mil

SE ACABÓ!

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