El reconocimiento al esfuerzo es necesario. Desde pequeños lo necesitamos. No se muy bien porqué, si es porque necesitamos saber que ese es el camino correcto o bien por alimentar nuestro Ego, asunto dificil en los tiempos que corren. Porque uno se esfuerza buscando el reconocimiento ajeno. Esa es la realidad. Lo politicamente correcto es decir que uno lo hace por si mismo, por superarse, por sentirse mejor consigo mismo, pero realmente lo que se busca en el interior es esa palmadita exterior que nos reconozca el esfuerzo y en algunos casos, el trabajo bien hecho.
Que bien se siente una cuando, después de horas en la cocina, llegan tus invitados y saborean con placer los manjares que preparaste. Tus orejas se abren, tus ojos buscan expresiones, tus labios se apretan para no dejar salir la pregunta deseada: ¿Qué os parece? ¿Está bueno?. Cuando alguien, no se sabe muy bien si por compromiso, porque en su casa así se lo enseñaron, o porque sus papilas degustativas le empujan a ello, pronuncia las palabras mágicas: ¡Que rico está todo! ¡Que bien te quedó! tu cuerpo se relaja y chorrea por toda la silla, tus mejillas se sonrojan y un aurea de felicidad rodea tu cabecita. Gracias ,respondes, no es dificil... cualquiera puede hacerlo, es la respuesta esperada....
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