martes, 7 de julio de 2009

Necesidad o pijeria?


En mi casa, de pequeña, nunca tuvimos mujer de la limpieza. Mi mami, una super mujer donde las haya, se ocupaba de la casa, de la costura (trabajaba cosiendo sin parar) y de sus tres hijos. A parte del marido, claro, que antes, o al menos mi padre, no era de mucho hincar el codo en la casa....

Así que no vengo de la cultura de tener servicio, ni domestico ni canguros, ni nada por el estilo. Mami siempre estuvo ahi....

Para poder trabajar con una niña pequeña (antes de tener a mi niñito de mi alma) tuve que contratar los servicios de una canguro. Mundo a parte el de las canguros, que merece todo un post para ellas.... Me sentia un poco pija, la verdad, pero no había otro remedio. Pija y culpable con mi princesita... por qué? castigo de madre supongo.

Pero cuando hace más de un año decidí contratar los servicios de una mujer de la limpieza, me sentí la mujer más pijolandias y malgastadora del mundo.....¿Cómo se me ocurria tener a alguien en casa que me limpiase las miserias? ¿Cómo podía yo tener el papel de señorita mientras alguien se dedicaba a limpiar lo que yo le decía? Mi consciencia me golpeaba, hasta tal punto que todo lo perdonaba: que llegara tarde, que un dia no viniese y no me avisase, que limpiase lo que le diese la gana (aunque lo hacía bien, todo hay que decirlo)....no me gustaba el papel de mujer que manda a otra mujer.....en diferentes condiciones jerarquicas. O al menos eso creía yo.

Ahora desde hace más de medio año no la tengo. Por ciertas circunstancias que no creo al caso mencionar, tuve que prescindir de sus servicios. Y la echo de menos... no podia llegar a imaginar cuanto echo de menos esta figura. Llegar a casa reventada de trabajar, con los niños colgados de la falda, teniendo que preparar comidas, cenas y bañeritas y con el piso recogido y limpito. Poco duraba, eso sí, pero que bello paisaje entrar en casa y contemplar el parquet impoluto, la isla de la cocina brillante cual espejo, los baños con ese olor entre jabón y lejía que te da la sensación que puedes plantar tu culo en la taza del water sin remilgos.... en fin, no podia imaginar cuánto la echaría de menos.

Y desde luego mi visión del mundo mujeres de la limpieza ha cambiado. Es un servicio altamente necesario para ambas partes: para la que lo realiza, porque le permite ganar dinero extra y B, y para la que lo recibe, pues le permite vivir como persona y dedicarse al resto de cosas que tiene que hacer.

Bendito colectivo, con todas sus caracteristicas ( hoy no vengo, me cojo el dia, te limpio el acero con estropajo de punchas, te lavo la ropa blanca con un calcetín rojo.....) cuanto os echo de menos... snif....

3 comentarios:

Marta dijo...

Yo justo acabo de entrar en ese mundo y un día a la semana viene Mercedes a limpiar. Qué bendición! con gusto le pago el par o tres de horas que hace.
No, tener una señora de la limpieza no es pijo es una manera de poder disfrutar más de tu tiempo libre. Hay quien preferirá tomarse una copa el sábado por la noche pero yo, y por el momento, prefiero meter esos euros en el bolsillo de Mercedes.

vacapaca dijo...

Llevo tiempo pensando que una ayudita extra en casa nos vendría bien ... pero no doy con la persona de confianza ... Me parece importante tener una persona para todas esas cosas que el día día no te permite hacer ... que sólo con la compra, cocinar ... y atender a los peques no te queda mucho tiempo libre! Puede ser un lujo, pero vale la pena si eso te permitirá disfrutar más con los tuyos! Un besote, Montse.

kira permanyer dijo...

Pues teneis razón, yo ahora también lo veo así. De todas maneras, estoy con Montse, encontrar a alguien de confianza, tiene su qué.... Suerte la tuya, Marta, con Mercedes!

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